Con mucho cuidado caballeros...

Cuando mezclas arte y diversión... ¡Sucede esto!

La puedes encontrar en: http://www.pampling.com/ficha_producto.php?id_producto=29

Cuando mezclas arte y diversión... ¡Sucede esto!

En 1632, el gremio de cirujanos de Ámsterdam, le encargó a Rembrandt pintar La lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp. Por aquel entonces, el Dr. Tulp sólo permitía una disección pública al año. Tenía que ser en invierno, para conservar mejor el cuerpo, y el difunto era siempre un criminal ejecutado. Con lo que os podéis imaginar la trascendencia histórica de la pintura, sin nombrar las cualidades artísticas.

(Para quien lo quiera ver con más definición: http://www.mauritshuis.nl/-/media/4c6ca74c139f4a28b00270f281fb6cc2.ashx?mw=3000&mh=3000&dl=1)

Por otro lado, 333 años después, allá por el 1965, Marvin Glass y John Spinello, crearon el juego Operación. Un juego que consiste en una plancha metálica que simula una mesa de operaciones, con el dibujo de un paciente acostado boca arriba. Por el cuerpo de éste, hay una serie de agujeros de los que tienes que extraer huesos y otros objetos de plástico. Para sacar estos objetos se necesitan unas pinzas metálicas conectadas por un cable a una batería, que a su vez está conectada a la plancha metálica. Cada pieza debe retirarse con cuidado, porque si rozas los laterales con las pinzas, se cierra el circuito eléctrico, se activa un zumbido y la nariz del paciente se enciende. Si pasa esto has perdido.
¡Con este juego se han pasado grandes tardes!

Pues bien, si me hubieras preguntado que tenían en común estos dos objetos, habría dicho que nada. Juntar una obra de arte y un juego de mesa podría parecer rocambolesco, pero ya veis que no, que ¡el resultado es excelente!

Si en verdad el Dr. Nicolaes Tulp y sus colegas pudieran ver el juego de Operación, ¡alucinarían! No solo porque se encendería una luz en nariz del paciente, que también (ya que no había electricidad y mucho menos en baterías pequeñas donde transportar la energía), sino porque el juego está basado en la extracción de órganos en vida, algo que por aquel tiempo era inimaginable.

Desde aquí reclamo más combinaciones de este tipo. Si alguien se anima se podría mezclar la Última cena de Da Vinci con el Cluedo, para ver quién es el traidor o Los cuatro filósofos de Rubens jugando al Trivial a ver quién es el más listo. Ahí lo dejo…