¿Vosotros estáis gordos o fuertecitos?

-¡Han matado a Kenny! -¡Hijos de puta!

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Era una tarde de domingo del verano de 1999. Sonó el teléfono. Era una amiga que decía de ir al cine con un par de colegas más a pasar la tarde. Como aquel día no tenía porvenir, les dije que sí, incluso sin saber qué íbamos a ver. Para ir al cine teníamos que coger tren y autobús, ya que en mi pueblo no había cine con películas de estreno.

Allí estábamos los cuatro con 17 años, 3 chicas y un chico en busca de entretenimiento una tarde de domingo. Durante el trayecto les pregunté si ya sabían lo que íbamos a ver. Y me contestan muy convencidos “South Park”. Y yo que no había oído hablar jamás de esa película les pregunté que me estaban llevando a ver. Entonces en un intento de venderme la película, van y me dicen ¡que es de dibujos! Yo alucinaba. ¿Cómo me llevan a ver una peli de dibujos? ¿Estamos tontos o qué? Pero como estaban tan convencidos de que era la mejor opción y que me gustaría seguro, pues ya no dije nada más y pensé, total no tienes nada mejor que hacer…

Llegamos al cine, pagamos, nos sentamos, tráilers y empieza la película:

El primer minuto me estuve cagando en mis colegas. Cinco minutos más tarde ya había decidido que era de las mejores películas que había visto en mi vida.

Jamás se me hubiera ocurrido pensar que algo tan irreverente, tan incorrecto y tan divertido a la vez, se pudiera proyectar en un cine sin ningún reparo.

Pues allí nos quedamos los 81 minutos que dura. Riendo sin parar.

A partir de entonces, fan total de South Park. A día de hoy, estoy mirando la serie desde el principio. Os lo recomiendo.

He de decir que mi personaje preferido es Eric Cartman. Es la irreverencia hecha arte. Pero el que aquí nos atañe hoy es Kenny. El niño pobre del grupo, que no se le entiende cuando habla y muere.

Para los que fueron a ver la película con nociones de lo que era South Prak, sabían lo que le pasaba a Kenny en todos los episodios. Que lo mataban. En casi todos los capítulos hasta la temporada 5, Kenny muere. Pero en el siguiente episodio ha resucitado, para volver a morir un poco más tarde. El hecho en sí y cómo suceden las muertes (a cual más variopinta), hace gracia, pero no sería completa sin la muletilla de Stan y Kyle: "¡Oh, Dios mío! ¡Han matado a Kenny! ¡Hijos de puta!"

Y éste es mi pequeño homenaje a Kenny McCormick, ese personaje que desafía a la muerte constantemente. Ese personaje que, harto de su vida, consiguió matar a la muerte.