martes, 7 de octubre de 2014

¡Por el poder de Grayschool!



Qué bonita época la infancia.


¡Qué bonita época la infancia!
La ingenuidad en esos años,  conseguía que ver dibujos como He-man, fuera una gozada y que, años después, tengamos un recuerdo entrañable de la serie. 

Mirándolo con ojos de adulto, era de lo más surrealista:
Entonces era normal ver a un culturista en calzoncillos rojos y con pelo rubio Pantene (obviamente teñido porque las cejas eran negras…), luchar contra un esqueleto cachas de color azul. Como amigos, un tigre verde cagón, un elfo-enano-mago-volador, un bigotudo con un casco que simula el peinado “Cleopatra” y la chica tía buena. ¡Este grupillo tenía que salvar Eternia y el universo entero!

Suerte que lo mirábamos con ojos de niño.

Que genial la entradilla de la serie, que  ya llevaba integrada la mejor frase de todos los capítulos: ¡Por el poder de Grayskull! ¡YO TENGO EL PODER! ¡Era lo más! 



¡Creo firmemente que, cualquiera de los que tengamos este pensamiento, deberíamos estar licenciados en Grayschool!

Y como la inocencia pasa y nos hacemos mayores, hay que asumir ciertas realidades que tal vez pasamos por alto, os invito a entrar al siguiente link...



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