viernes, 1 de julio de 2016

Todo lo que pueda salir mal...

Todos nos hemos sentido así alguna vez...
 
 
NOTA: La política de ventas de TeeTee dice que las camisetas que ofrecen sólo están a la venta durante tres días. Después de ese tiempo, los derechos revierten en la creadora del diseño y si queréis la camiseta tendréis que hablarlo con ella.
 
Todos nos hemos sentido así alguna vez. Hay días que parece que el Universo conspira contra nosotros y los mil pequeños momentos de nuestro día a día siempre salen mal:
  • No importa como de bien los enrolles, siempre sacarás los auriculares hechos un embrollo de cables.
  • El día que coges el coche porque vas con prisa siempre encuentras todos los semáforos en rojo.
  • Necesitarás un objeto al día siguiente de haberlo tirado a la basura después de guardarlo mucho tiempo.
  • Decides dejar una compra "para más tarde" y cuando vas a buscarlo alguien se lo acaba de llevar.
  • Siempre llueve el día siguiente de lavar el coche.
  • El autobús siempre llega justo cuando acabas de encender el cigarrillo.
  • Y por supuesto, siempre que se te caiga una tostada tocará el suelo por el lado de la mantequilla (especialmente si hay alfombra debajo).
Si te has encontrado en una (o varias) de estas situaciones y has maldecido al Universo, felicidades: acabas de chocarte de morros contra la Ley de Murphy. 

La Ley de Murphy en su enunciado más sencillo dice lo siguiente:

"Todo lo que pueda salir mal, saldrá mal"

A lo que algunos añaden: "y además en el peor momento posible". Se trata de una idea tentadora: hay una causa para todo y la causa es que existe una fuerza que busca activamente que todo se vaya a tomar viento.

En realidad nos estamos encontrando con algo llamado "sesgo de confirmación": como ya esperamos que las cosas salgan mal, cuando salen confirman nuestra idea de que estaban destinadas a salir mal. En realidad no hay ninguna fuerza que mueve a los eventos al desastre. Simplemente nos predisponemos a creerlo y sólo tomamos en cuenta las veces que se confirma. Es el mismo mecanismo que nos lleva a creer en supersticiones.

Aunque por si acaso, no me oireis hablar mal de Murphy no vaya a ser... mmm... ¿cuánto hace que no guardo este escrito? oh, shi...

Pues eso, sesgo de confirmación. ¡Feliz fin de semana (alejados de Murphy)!

P.D.: Hay varias teorías del origen de la Ley de Murphy que se remontan hasta el siglo XIX. Podéis ver las en este artículo de Wikipedia.  

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