sábado, 16 de enero de 2016

Siempre son los mejores quienes nos dejan



No ganamos para disgustos...
 
 
No ganamos para disgustos. Aquí estábamos los redactores de este blog, prestos y dispuestos y con las pilas cargadas después de vacaciones y ¡boom! Esta semana el fandom pierde a dos de los más grandes.
 
No hay manera en que este post no sea injusto. Hagamos lo que hagamos, no podremos nunca resumir de manera adecuada la carrera de uno de los músicos más importantes de la historia reciente o del intérprete de villanos por antonomasia. Y no obstante lo intentaremos. Porque peor que hacerlo mal sería no hacerlo en absoluto.
 
Alan Rickman no llegó al cine hasta pasados los 40 años, aunque venía de una notable carrera teatral en Reino Unido. Lo conocimos intentando tomar el edificio Nakatomi Plaza durante una fiesta de Navidad y enfrentándose a un tal agente McLane en la que iba a ser la primera parte de una de las sagas de acción más conocidas: La Jungla de Cristal.
 
 
Y desde entonces ha sido un no parar, casi siempre interpretando a villanos... o como decía él, "alguien que quiere ciertas cosas en la vida, ha tomado ciertas decisiones, y va tras ellas". Los fans le recordarán especialmente en su último gran papel: Severus Snape en la saga "Harry Potter", pero otras interpretaciones notables incluyen el Sheriff de Nottingham en "Príncipe de los Ladrones" (donde se convierte en la única razón para ver una película... mediocre), una referencia/homenaje/parodia a Leonard Nimoy en "Galaxy Quest" (una película de le que algún día os hablaremos porque no tiene desperdicio) o Metatron (HERALDO DEL TODOPODEROSO Y VOZ DEL ÚNICO Y VERDADERO DIOS) en "Dogma" (de la que ya os hemos hablado en este blog). Adios, Mr. Rickman, sus personajes quedarán con nosotros para siempre:
 
 
Y ¿qué decir de David Bowie? Con una carrera musical que se alarga durante 5 décadas de relevancia constante. Los hay que después de su momento de gloria se desvanecen o se limitan a seguir sacado trabajos menores. Bowie no, Bowie se adaptaba a los tiempos y seguía adelante. Probó todos los palos y todos los estilos. Experimentó con éxito. Cosechó fans de todas las épocas y edades. Se convirtió, definitivamente, en uno de los artistas más importantes del siglo XX.
 
Resumir su carrera musical no es posible en un sólo artículo, así que de muestra un botón, como se suele decir. Aquí os ponemos su colaboración con Queen y con otro gran artista desaparecido: Freddie Mercury.
 
 
Pero el tipo de lector de este blog quizá recuerde que también intervino en una película de culto de 1986 donde interpreta a Jareth, rey de los Trasgos (sí, al "malo"): "Dentro del Laberinto".
 
 
Se trata de una película de fantasía, un clásico del género de antes de la época del CGI y los mega-efectos especiales. Está considerada un clásico de culto aunque, como suele ser habitual, fracasara en taquilla.
 
Nos han dejado, en definitiva, dos de los más grandes, pero nos queda su trabajo para recordarlos por siempre. Descansen en paz.
 
Y por favor... no queremos tener que escribir otro de estos artículos en mucho tiempo.

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